El proyecto Pucamarca, operado por la peruana Minsur a metros de la frontera, inquieta a autoridades y parlamentarios chilenos por su impacto potencial en el río Azufre, afluente del Lluta, vital para la agricultura en el norte de nuestro país.
Preocupación por el río Azufre y el proyecto Pucamarca
Aunque Cancillería insiste en que el monitoreo del río Azufre es parte de un programa habitual, la reciente preocupación por el impacto del proyecto aurífero Pucamarca, de Minsur, ha revelado la falta de datos independientes y el creciente uso minero del agua en el lado peruano.
El curso del río Azufre y su importancia para la región
El río Azufre, que nace en Chile, cruza a Perú y retorna al país en la región de Arica y Parinacota, alimenta al río Lluta, esencial para la agricultura del valle homónimo, a unos 70 kilómetros de Arica. Según la Difrol, hoy “no se conoce el comportamiento” del caudal antes y después de su paso por Perú.
Impacto del proyecto Pucamarca en la región fronteriza
El proyecto Pucamarca, ubicado a metros del Hito 52, extrae alrededor de 20 litros por segundo para sus procesos productivos, según su web corporativa, destacando su “nuevo modelo de minería”. La operación, que produce oro y plata, recibió su última aprobación ambiental en junio de 2024 y funciona a más de 4.500 metros de altitud.
Su operación continua y la falta de controles previos de parte de Chile han motivado la instalación de estaciones fluviométricas por la Dirección General de Aguas (DGA) y monitoreos hidroquímicos, para evaluar posibles impactos de los residuos mineros en la calidad del agua.
Preocupación por la seguridad hídrica en la región
“El río Azufre es afluente del río Lluta, el cual riega prácticamente la mitad de los cultivos de la Primera Región”, advirtió el senador José Miguel Insulza (PS). Esto ha encendido alarmas sobre el riesgo para la actividad agrícola y la seguridad hídrica de la región.
Respuesta del Gobierno y necesidad de cooperación binacional
El Ministerio de Relaciones Exteriores, consultado por Ex-Ante, señaló que el monitoreo del río Azufre forma parte de un programa permanente de análisis de aguas en la zona altiplánica, sin vinculación directa con el uso de aguas en Perú. Sin embargo, autoridades locales y parlamentarias han expresado que los controles se han intensificado, ante el potencial impacto de Pucamarca.
Mientras Minsur continúa su operación cerca de la frontera, con escasa fiscalización desde Chile, el caso de Pucamarca reabre el debate sobre el uso transfronterizo del agua y la necesidad de cooperación binacional. En el norte de Chile, las comunidades agrícolas dependen del río Lluta, y cualquier alteración del caudal puede significar un golpe para la producción y la sostenibilidad regional.