El valor embarcado en octubre alcanzó los US$650 millones, superando el máximo registrado en 2011 y confirmando el peso del oro como activo refugio en medio d
Un mes histórico para la minería argentina
Las exportaciones mineras de Argentina alcanzaron en octubre un hito sin precedentes. Según el informe de la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, los envíos totalizaron US$650 millones, la cifra mensual más alta desde que existen registros, superando ampliamente el máximo de 2011. Este desempeño marca un punto de inflexión en un año ya excepcional para la industria, que entre enero y octubre acumula US$4.870 millones, superando en 4% todo el valor exportado durante 2024.
El dinamismo del sector lo ha convertido en un protagonista creciente del comercio exterior argentino. Solo en octubre, la minería representó el 8,9% de las exportaciones totales del país, mientras que en el acumulado anual su participación alcanza el 6,9%.
El oro como motor del crecimiento exportador
El principal factor detrás del récord no fue un aumento en los volúmenes exportados, sino un fuerte incremento en los precios internacionales del oro y la plata. Los minerales metalíferos —oro, plata, litio y cobre— concentraron el 80,8% del total exportado en octubre, equivalente a US$525 millones. De ese monto, el oro y la plata aportaron el 65% y el 15%, respectivamente, sumando en conjunto US$519 millones durante el mes.
Paradójicamente, los envíos físicos de estos metales mostraron caídas significativas entre enero y octubre:
- Oro: –56,2% interanual
- Plata: –10,1% interanual
Lo que explica el salto en ingresos es la marcada apreciación de ambos metales. Según el informe mensual de precios, en la comparación interanual:
- El oro subió 50,9%
- La plata aumentó 52,6%
Este fenómeno permitió que las exportaciones de oro y plata pasaran de US$772 millones en los primeros cuatro meses de 2024 a US$1.192 millones en el mismo período de 2025, un salto del 54%. Como señala el analista Guido D’Angelo, “la elevada incertidumbre global impulsó fuertemente el precio del oro como activo de refugio”, frase clave que sintetiza el motor principal del récord exportador del país.
Factores globales que empujan los precios
El repunte del oro responde a una combinación de tensiones externas que elevaron la demanda por activos defensivos. Entre ellas destacan:
- La incertidumbre sobre la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos.
- El cierre del gobierno estadounidense y sus efectos sobre la estabilidad financiera.
- La persistencia de riesgos geopolíticos y desaceleración económica global.
El resultado fue un incremento históricamente anormal del índice de precios de los metales exportados por Argentina, que subió 11,2% intermensual en octubre.
Más dependencia del precio de las materias primas
Este boom exportador abre oportunidades, pero también pone de relieve riesgos estructurales. El economista Haroldo Montagu advierte que la creciente participación del sector minero y energético en la generación de divisas podría profundizar la vulnerabilidad externa del país.
Si bien la agroindustria es históricamente el motor exportador, Argentina aún se encuentra lejos de un liderazgo global en minería y energía. Montagu sostiene que esta transición aumenta la exposición a la volatilidad internacional, y plantea la necesidad de avanzar en la industrialización: “Si no se avanza en la cadena de valor hacia la exportación de bienes y servicios con mayor valor agregado, pueden surgir problemas estructurales”.
El desafío, concluye, es aprovechar los ingresos extraordinarios para fortalecer sectores asociados y promover investigación y desarrollo, en lugar de depender exclusivamente de los ciclos de precios internacionales.
Un récord que abre una nueva etapa
El desempeño de octubre confirma que la minería argentina se encuentra en un punto de crecimiento acelerado, empujada por el contexto global y por proyectos metalíferos de alta relevancia. Sin embargo, el récord también expone los límites de un modelo basado más en valor de mercado que en volúmenes productivos.
A medida que la economía global transita un período de incertidumbre, la sostenibilidad de este impulso dependerá de la capacidad del país para diversificar su matriz exportadora, estabilizar su política macroeconómica y avanzar hacia una mayor agregación de valor en su industria minera y energética.