El presidente Trump promete pausar la aplicación de los gravámenes a Canadá y México después de conversaciones urgentes con ambos países.
El impacto en la industria petrolera
Según el inversor Eric Nuttall, Estados Unidos enfrenta un gran problema al intentar sustituir las importaciones de crudo canadiense.
«No tienen alternativa. No pueden transportarlo en camiones o barcazas. Por eso, su dependencia del petróleo canadiense nos da potencialmente una enorme fuerza de cara al futuro. Así que espero que esto sirva de llamada de atención a los responsables de la política energética, independientemente de su tendencia política o de su partido, para que dejen atrás el pasado y construyan una mayor capacidad de extracción tanto en la costa oeste como en la costa este», declaró Nuttall.
Los aranceles sobre el petróleo canadiense podrían perjudicar a Estados Unidos más de lo que beneficiaría.
El encarecimiento de las importaciones de crudo canadiense reduciría la producción de las refinerías del Medio Oeste, generando una escasez de combustible y aumentando los precios en los surtidores.
El impacto en las relaciones comerciales
El presidente Trump arriesga socavar la fuerte relación tradicional con Canadá al imponer aranceles a su mayor proveedor de crudo.
«Las relaciones comerciales más estrechas… realmente tenemos que evaluar eso en el futuro», dijo Nuttall.
Es necesario diversificar la base de clientes construyendo más oleoductos en la costa este y oeste, según Nuttall.
Canadá es el mayor proveedor de crudo pesado a las refinerías estadounidenses, mientras que México sigue siendo un importante proveedor.
La voluntad de Trump de negociar rápidamente nuevos acuerdos comerciales puede deberse al impacto en la industria petrolera.