El precio del carbonato de litio terminó el año con una fuerte alza, impulsado por incertidumbres en la oferta y señales de mayor dinamismo en la demanda, aunque su promedio anual se mantiene en el nivel más bajo de la última década.
El mercado del litio cerró 2025 con una recuperación significativa en su cotización, marcando un punto de inflexión tras dos años de fuertes correcciones. Al cierre de diciembre, el precio del carbonato de litio alcanzó los US$ 15.920 por tonelada, lo que representa un incremento de 55% respecto del inicio del año, cuando se transaba en torno a los US$ 10.300 la tonelada. Desde su mínimo anual registrado en junio, el avance acumulado supera incluso el 90%.
Pese a este repunte, el balance anual deja cifras moderadas en perspectiva histórica. Según datos de GEM Mining Consulting, el precio promedio del litio durante 2025 se ubicó en US$ 10.439 por tonelada, el registro más bajo desde 2015 y muy distante del máximo histórico alcanzado en 2022, cuando el promedio anual superó los US$ 72.000 por tonelada. La frase clave objetiva es que el alza de fin de año no logra compensar la debilidad estructural que dominó gran parte del ejercicio.
Incertidumbre en la oferta y señales desde China
Especialistas coinciden en que la mejora reciente responde, principalmente, a factores de oferta. Patricio Faúndez, practice leader de Economía de GEM Mining Consulting, explicó que la suspensión temporal de producción por parte de algunos oferentes durante 2025 —ante precios que resultaron económicamente insostenibles— redujo la disponibilidad del mineral y generó presión alcista.
A ello se sumaron decisiones regulatorias en China, el principal actor del mercado. La revocación de 27 licencias de extracción en la ciudad de Yichun, en la provincia de Jiangxi, despertó expectativas de una menor producción futura, aun cuando varias de esas faenas no se encontraban operativas. Este factor ha sido identificado como uno de los detonantes del reciente rebote de precios.
Demanda energética y proyecciones de mediano plazo
Desde el lado de la demanda, el litio continúa respaldado por su rol estratégico en la transición energética. El crecimiento de los sistemas de almacenamiento con baterías y la expansión de la electromovilidad siguen siendo los principales motores de consumo. JP Morgan, por ejemplo, elevó sus proyecciones y situó el precio del carbonato de litio en torno a US$ 18.000 por tonelada para fines de 2026, con expectativas de llegar a US$ 22.000 hacia 2027 y 2028.
No obstante, algunas visiones llaman a la cautela. Deutsche Bank advirtió que la oferta global sigue siendo abundante y que, pese al ciclo bajista reciente, no se ha producido una contracción significativa de la capacidad productiva, lo que podría limitar alzas más pronunciadas en el corto plazo.
Un mercado aún volátil
En síntesis, el cierre de 2025 confirma un repunte relevante del litio, pero también evidencia la persistente volatilidad del mercado. Aunque los precios actuales están lejos de los niveles excepcionales de 2022, la recuperación de fin de año reabre el debate sobre un nuevo ciclo alcista, condicionado al comportamiento de la oferta china y a la solidez de la demanda asociada al almacenamiento energético.