Las empresas de tecnología compiten por el dominio en la era emergente de la IA y muchos gobiernos se encuentran perdiendo el control de estas tecnologías más rápido de lo que parecen. La IA se perfila como un importante factor determinante de la sociedad del siglo XXI, incluido su impacto directo e indirecto en el sistema energético, la forma en que las empresas responden a ella y la forma en que la tecnología afecta nuestra vida diaria.
Tiempo acelerado para adoptar tecnología de la información en el sector energético
La velocidad del cambio en el ámbito tecnológico es impresionante. Sin embargo, la transformación amplia de la sociedad se suele medir en décadas. Por ejemplo, Apple lleva casi 60 años desde su fundación y Amazon ya está en su cuarta década.
Históricamente, el sistema energético ha atravesado múltiples olas de cambio, con un período de 15 a 25 años desde la introducción de una nueva tecnología hasta su adopción generalizada. Sin embargo, estos plazos ahora están siendo desafiados.
La adopción de la tecnología de la información es ahora el doble de rápida en comparación con los nuevos sistemas energéticos. A medida que las tecnologías de IA se integran en el sistema energético, el cambio podría volverse aún más acelerado.
Las empresas de tecnología están adoptando la producción en masa de componentes del sistema energético, como energía solar y baterías, lo que indica claramente un cambio en el sector. Sin embargo, ¿habrá perturbaciones mayores?
Cambiar el sistema energético requiere grandes inversiones en infraestructura y, por lo tanto, lleva tiempo. Los automóviles tienen una vida útil de alrededor de 15 años, los aviones de 25 a 40 años y las fábricas y los hogares pueden funcionar sin cambios importantes durante décadas.
Los modelos de negocio que sustentan el sistema energético están arraigados en la sociedad. Por ejemplo, algunas prácticas laborales pueden proteger a los mineros de carbón en algunos países y las normas de seguridad respaldan la industria de la aviación comercial. Sin embargo, es posible que estos modelos no se extiendan a nuevos mercados en los países en desarrollo.
En los países en desarrollo, es probable que surjan nuevos modelos y tecnologías para satisfacer las necesidades energéticas, ya que intentan dejar atrás una economía basada en combustibles fósiles.
Tendencias tecnológicas en el auge de la IA
- Mejora de la producción de componentes del sistema energético mediante la IA.
- Aparición de vehículos autónomos y eficiencias del sistema.
- Desarrollo de sistemas de vehículos eléctricos gestionados.
- Utilización de la ventaja cuántica para acelerar la electrificación y el almacenamiento de energía.
- Aplicación de IA a la gestión de grandes proyectos de infraestructura energética.
- Mayor demanda de electricidad para respaldar la IA y los sistemas de datos.
- Fomento de sistemas de energía renovable con almacenamiento de baterías.
Estas tendencias tecnológicas tienen el potencial de acelerar la transformación del sistema energético, haciendo uso de la IA y mejorando la eficiencia en diferentes áreas de la industria.
La IA y el crecimiento económico
La adopción de la IA se espera que estimule la productividad global y que los beneficios superen los costos económicos. Esto podría ser especialmente relevante en un momento en el que se espera un declive demográfico en algunas economías.
En el pasado, las revoluciones tecnológicas han impulsado el crecimiento económico en diferentes grados. Por ejemplo, la revolución de la tecnología de la información y las comunicaciones incrementó el crecimiento de la productividad anual en Estados Unidos entre 0,5 y 1,5 puntos porcentuales.
El impacto de la IA en el crecimiento económico puede variar entre países, sectores y a lo largo del tiempo. Sin embargo, se estima que alrededor del 40% de los empleos a nivel mundial están expuestos a la IA, ya sea para reemplazar o complementar tareas.
Estas cifras varían de acuerdo con las diferentes economías, con un 60% en economías avanzadas, un 40% en mercados emergentes y un 26% en países de bajos ingresos.
Si bien las estimaciones de los beneficios de la IA en la productividad varían, se espera que los países avanzados se beneficien más debido a su infraestructura digital desarrollada y sus mercados laborales flexibles.
En conclusión, la IA está transformando muchos aspectos de nuestra sociedad, incluido el sector energético y el crecimiento económico. Aunque los desafíos y las oportunidades son significativos, las empresas y los gobiernos deben adaptarse rápidamente para aprovechar al máximo estas tendencias tecnológicas emergentes.