China está a la vanguardia del desarrollo y la implementación de tecnologías nucleares avanzadas, superando los avances occidentales en este ámbito. La construcción de reactores nucleares en China es más rápida y económica que en Estados Unidos, lo que le otorga una ventaja competitiva en el mercado nacional e internacional.
El crecimiento del sector nuclear chino ha sido impresionante. En la última década, China ha agregado una capacidad asombrosa de 34 gigavatios, superando en despliegue nuclear al resto del mundo. Actualmente, está en camino de convertirse en el mayor productor mundial de energía nuclear en los próximos diez años.
Sin embargo, no es solo la capacidad de generación lo que destaca en China, sino también la experimentación con tecnologías innovadoras. Mientras que los diseños similares en Estados Unidos se encuentran atrapados en regulaciones, China ya ha implementado reactores modulares pequeños y unidades refrigeradas por gas de alta temperatura. Además, tienen planes de desarrollar reactores alimentados con torio en lugar de uranio.
Esta superioridad tecnológica ha llevado a China a adquirir un conocimiento práctico y experimental que Occidente no ha logrado igualar. A pesar de que Estados Unidos y la Unión Europea son conscientes de que están perdiendo la carrera nuclear, tienen pocas opciones para acortar distancias.
Uno de los factores clave de éxito en China es su capacidad para construir reactores nucleares de manera rápida y rentable. Las empresas estatales chinas reciben préstamos preferenciales con bajos tipos de interés, a diferencia de sus competidores occidentales que a menudo superan sus presupuestos debido a retrasos regulatorios.
Esto ha llevado a proyectos nucleares caros y con demoras en el mundo occidental. El ejemplo más reciente es la planta Vogtle en Estados Unidos, que se completó con un retraso de siete años y un presupuesto de 17.000 millones de dólares por encima del presupuesto original. Con este panorama, no hay ningún otro reactor nuclear en construcción en Estados Unidos.
Además, el alto costo de la electricidad producida por la planta Vogtle es preocupante para el sector nuclear estadounidense, ya que deben competir en precios con otras fuentes de energía. En cambio, en China, las tarifas eléctricas son constantes y los compradores industriales ayudan a pagar la inversión en nuevos reactores.
China ahora se está expandiendo en los mercados internacionales de energía nuclear. Está financiando y construyendo reactores nucleares en países en desarrollo que necesitan una energía fiable y neutra en carbono. Aunque Rusia tiene el liderazgo actual en las cadenas de suministro nuclear, China busca superar este liderazgo y expandir su influencia internacional.
En resumen, China ha logrado destacarse en el desarrollo de tecnologías nucleares y está lista para liderar el mercado mundial de energía nuclear. Su capacidad para construir reactores en menos tiempo y a un menor costo le otorga una ventaja competitiva. Mientras tanto, Occidente intenta acortar distancias, pero parece estar perdiendo la carrera nuclear ante el avance imparable de China.