El equivalente al 25% de la oferta mundial de cobre está detenido por criterios ESG.
Un potencial de producción bloqueado por factores ambientales y sociales
Un estudio reciente reveló que cerca del 25% de la oferta mundial de cobre se encuentra actualmente detenida por criterios ESG (Environmental, Social and Governance). En concreto, 6,4 millones de toneladas de capacidad de producción permanecen fuera del mercado debido a conflictos ambientales, oposición social o falta de permisos. Perú, Estados Unidos y Chile encabezan esta lista de países con proyectos de gran potencial paralizados.
El análisis, desarrollado por GEM Mining Consulting y liderado por el economista Patricio Faúndez, sostiene que “desbloquear incluso una fracción de esta capacidad varada requerirá la creación de licencias sociales genuinas y un diálogo sostenido con las comunidades”.
Según el informe, si parte de estos proyectos se reactivara, el equilibrio del mercado mundial de cobre podría experimentar un cambio significativo durante la transición energética global.
La demanda crece más rápido que la oferta
De acuerdo con cifras de Cochilco, la producción mundial de cobre alcanzó 22,8 millones de toneladas (Mt) en 2024, siendo Chile responsable del 24% del total, seguido por Perú y China. Sin embargo, los expertos advierten que la demanda global sigue creciendo a un ritmo más acelerado que la oferta.
Un análisis realizado por BHP, titulado “Cómo el cobre moldeará nuestro futuro”, proyecta que para 2050 la demanda mundial del metal rojo aumentará un 70%, alcanzando cerca de 50 millones de toneladas anuales.
Esta proyección ocurre en un contexto de tensiones crecientes en la cadena de suministro, afectada por accidentes mineros, incertidumbre fiscal en Estados Unidos y presiones regulatorias en distintas jurisdicciones. Ante este escenario, las compañías buscan estrategias que les permitan aumentar la producción sin invertir en nuevas minas, como las alianzas estratégicas entre Codelco y Anglo American en Los Bronces o la fusión entre Anglo American y Teck.
Países con mayor potencial: Perú, Estados Unidos y Chile
El estudio de GEM identifica 33 proyectos suspendidos o detenidos con un potencial productivo superior a 50.000 toneladas de cobre anuales. De ellos, Perú concentra el 31% del total, Estados Unidos el 12% y Chile el 11%, sumando en conjunto más del 50% del cobre potencial bloqueado en el mundo.
“Los tres países se asientan sobre grandes reservas de cobre que permanecen sin explotar no por falta de geología, sino por obstáculos ESG”, detalla el informe. Si estos conflictos se resolvieran, los proyectos podrían reconfigurar el mapa global de la producción cuprífera.
En el caso de Perú, el volumen de proyectos detenidos equivale casi a su producción anual actual. De reactivarse, el país andino podría retomar el segundo lugar mundial en producción de cobre, superando a la República Democrática del Congo, que hoy alcanza las 3 Mt.
Por su parte, Estados Unidos podría reducir la brecha entre su producción interna y su creciente demanda industrial, mientras que Chile lograría superar el umbral de los 6 millones de toneladas anuales, consolidando nuevamente su liderazgo mundial.
Proyectos emblemáticos en conflicto
Entre los proyectos más relevantes destacan La Granja en Perú, Resolution Copper en Estados Unidos y El Pachón en Argentina. Todos presentan obstáculos ambientales o sociales que han frenado su desarrollo.
La Granja, una de las mayores reservas peruanas, fue adquirida por Rio Tinto en 2006, pero enfrentó fuertes protestas por riesgos de contaminación y uso de la tierra, lo que llevó a cancelar su planta piloto en Reque.
En Arizona, el proyecto Resolution Copper lleva más de dos décadas detenido debido a la oposición de comunidades indígenas apaches que consideran sagrado el sitio de Oak Flat.
En tanto, El Pachón, en Argentina, se ha visto obstaculizado por permisos ambientales y protección de glaciares, sumándose a la lista de proyectos cupríferos detenidos en la región andina.
El desafío de las licencias sociales genuinas
El economista Patricio Faúndez enfatiza que el verdadero reto del sector no radica en la geología, sino en el cumplimiento de estándares ESG cada vez más exigentes.
“El sector del cobre debe lidiar con el hecho de que las mayores limitaciones para la nueva oferta no son técnicas, sino sociales y ambientales. Desbloquear incluso una fracción de esta capacidad varada requerirá licencias sociales genuinas y marcos regulatorios estables”, sostuvo.
El informe concluye que solo abordando estas barreras de frente, la industria podrá cerrar la brecha entre la creciente demanda y la limitada oferta que marcará las próximas décadas.
