La política revisada de inmigración del gobierno federal, que tiene como objetivo reducir drásticamente el número de residentes no permanentes en Canadá, frenará significativamente el crecimiento económico, según una nueva investigación de la Junta de Estudios Económicos de Canadá.
Impacto de la política de inmigración en la economía
El reciente aumento en el número de residentes no permanentes ha ejercido una gran presión sobre la economía canadiense. Sin embargo, la nueva política de inmigración puede tener consecuencias negativas para el crecimiento económico del país.
«La reducción de residentes no permanentes puede afectar negativamente diversos sectores económicos, como el turismo, la agricultura y la construcción», advierte un análisis de la Junta de Estudios Económicos.
Análisis de la Junta de Estudios Económicos de Canadá
La disminución en la llegada de inmigrantes no permanentes tendrá un impacto directo en la disponibilidad de mano de obra en estos sectores. Esto podría llevar a una escasez de trabajadores y a una desaceleración en la actividad económica relacionada.
Además, la reducción en la población de residentes no permanentes también puede afectar el mercado de la vivienda y el crecimiento del sector de la construcción, ya que la demanda de viviendas y obras de infraestructura podría disminuir.
- Menor diversidad cultural y contribución al desarrollo de la sociedad canadiense.
- Disminución de la demanda de bienes y servicios, lo que puede llevar a la pérdida de empleos.
- Pérdida de talento y conocimientos especializados.
El gobierno debe considerar los posibles efectos negativos de esta política de inmigración y buscar formas de mitigarlos, al mismo tiempo que garantiza una inmigración sostenible y bien regulada.