Chile tras las elecciones: Cobre a US$5,36 y las 3 señales clave que determinarán el futuro de la inversión en minería

Cristian Recabarren Ortiz
Por Cristian Recabarren Ortiz - Editor Senior
7 Min de lectura

La apertura del lunes 15 de diciembre no se va a leer solo en clave política: será una prueba inmediata de confianza para el capital. Tras el balotaje del domingo 14 de diciembre, que dejó a José Antonio Kast como presidente electo con una ventaja amplia en los reportes iniciales (en torno a 58% versus 42%), Chile entra en una semana donde la economía puede reaccionar antes de que exista cualquier cambio real de política pública. El contexto no es menor: el país llega con el cobre en zona de máximos —Cochilco reportó un cierre semanal cercano a US$5,36 la libra— y con una cartera de inversión minera a diez años que supera los US$104.549 millones. Ese contraste abre una pregunta que el mercado intentará responder en pocos días: ¿el “nuevo ciclo” baja el costo de hacer proyectos (permisos, seguridad, certezas) o solo cambia el tono? La respuesta no estará en discursos largos, sino en señales pequeñas, concretas y rápidas.

El lunes: el primer precio de la confianza

El primer movimiento suele ser emocional y se refleja en minutos: tipo de cambio, bolsa y tasas. Si el mercado interpreta la victoria de Kast como un giro más favorable a la inversión privada, lo más probable es ver un arranque con apetito por riesgo en activos chilenos, especialmente en acciones ligadas al ciclo local (banca, consumo, infraestructura) y en papeles asociados a “normalización” regulatoria. La diferencia, esta vez, es que una parte del optimismo ya venía adelantándose: el S&P IPSA cerró la última sesión antes de la elección alrededor de los 10.400 puntos, y venía de varias semanas positivas. Eso aumenta la probabilidad de un fenómeno clásico: “sell the news”, es decir, toma de utilidades aun cuando el resultado sea leído como pro-mercado. En paralelo, el dólar puede caer si entran flujos y se reduce la prima de riesgo, pero cualquier rebote brusco sería una alerta temprana de que la euforia se está chocando con dudas de gobernabilidad o de implementación.

El evento de la semana: Banco Central e IPoM

Esta semana trae dos hitos capaces de amplificar —o enfriar— cualquier rally post electoral: el Banco Central de Chile tiene agendada su Reunión de Política Monetaria el martes 16 de diciembre y publicará el IPoM el miércoles 17. En términos simples, no bastará con el resultado político; también se reprecifica el “precio del dinero”. Si la autoridad confirma un camino de recortes graduales, con un diagnóstico prudente sobre inflación y actividad, puede reforzar una lectura de estabilidad que favorece inversión, crédito y valorizaciones bursátiles. Pero si el mensaje luce más cauto de lo esperado, o si detecta riesgos que obliguen a tasas más altas por más tiempo, el mercado puede moderar el entusiasmo de inmediato. Para minería, esto es clave: una tasa más baja reduce el costo de capital y mejora la matemática de expansiones, reposiciones y proyectos de agua/energía; una tasa más tensa hace lo contrario, especialmente en iniciativas con largos plazos de maduración.

Inversión minera: señales que importan más que el discurso

Si el mercado compra el guion de estabilidad, el efecto no aparecerá primero en una faena nueva, sino en decisiones de escritorio: presupuestos, licitaciones, cronogramas y financiamiento. La cartera de proyectos publicada por Cochilco —más de US$104.549 millones para 2025–2034— es grande, pero su conversión en obras depende de una cadena frágil: permisos ambientales y sectoriales, servidumbres, acuerdos territoriales, agua, energía, infraestructura y logística. Por eso, el “clima de inversiones” esta semana se leerá en gestos concretos: señales de continuidad de proyectos, mensajes sobre modernización de permisos, y un tono de coordinación con regiones y comunidades que reduzca fricción. Aquí aparece el principal freno potencial del corto plazo: la gobernabilidad. Incluso con un mandato claro, un Congreso dividido puede ralentizar reformas y obligar a negociar. En minería, esa incertidumbre no se traduce en “todo o nada”, sino en algo más sutil: decisiones de postergar, re-fasear o encarecer el financiamiento.

Cobre en máximos: impulso y presión por ejecutar

Con el cobre en niveles históricamente altos —la semana del 8 al 12 de diciembre cerró cerca de US$5,36 la libra— la economía chilena recibe un impulso que suele verse en tres frentes: más ingresos por exportaciones, mejor recaudación vinculada a rentas mineras y un colchón para expectativas de crecimiento. Sin embargo, el precio también sube la vara política: cuando el cobre está arriba, el país espera “aprovechar el ciclo”, y eso acelera el debate sobre productividad, inversión pública habilitante (agua, transmisión, puertos, caminos), seguridad operacional y rapidez de permisos. En el corto plazo, este contexto puede fortalecer el peso y ayudar a la desinflación por vía importada, pero también puede abrir tensiones: un tipo de cambio demasiado bajo recorta ingresos en pesos para exportadores y presiona estructuras de costos locales. Para la cadena minera —contratistas, proveedores, ingeniería— la señal más importante no es el precio del metal, sino si la inversión se materializa: órdenes de compra, contratos, cronogramas y capex que pase del papel al terreno.

Tres señales para cerrar la semana

Para leer esta semana sin caer en futurología, conviene mirar tres indicadores simples. Primero, el binomio dólar-tasas: si el peso se fortalece sin que suban las tasas largas, el mercado está diciendo “menos riesgo” y “más inversión”; si el dólar rebota fuerte, suele ser una señal de cautela y prima de riesgo. Segundo, el tono del presidente electo y su equipo económico: si el mensaje se centra en certezas (disciplina fiscal, reglas estables, seguridad y una agenda explícita de destrabe de proyectos), la confianza tiende a sostenerse; si se impone la confrontación, la volatilidad suele volver. Tercero, la reacción corporativa: anuncios de continuidad de inversiones, reactivación de licitaciones y señales de capex en la minería del cobre valen más que cualquier titular político. Esta semana, en resumen, el mercado no va a “premiar” promesas: va a premiar gobernabilidad, señales y hoja de ruta.

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Cristian Recabarren Ortiz es Editor Senior y fundador de Revista Minera, donde lidera la dirección editorial y estratégica de una de las principales plataformas de contenido minero en Chile y LATAM. Con una sólida formación como Ingeniero de Minas, Cristian combina su conocimiento técnico con una amplia experiencia en el comercio global de commodities, gestionando negociaciones en materiales clave como cobre, oro, hierro y otros minerales. Su visión y experiencia en el sector le permiten posicionar a Revista Minera como un referente informativo en innovación, inversión y tendencias de la industria minera a nivel regional y mundial.